El Parque Nacional Yanachaga-Chemillén se estableció el 29 de agosto de 1986 mediante Decreto Supremo Nº 068-86-AG. Este parque se encuentra ubicado en el departamento de Pasco, provincia de Oxapampa, distritos de Oxapampa, Villarica, Huancabamba y Pozuzo, sobre una cordillera aislada al este de los Andes.
Ocupa 122 000 hectáreas.
Es refugio de vida silvestre del Pleistoceno, época en la que se dieron severos cambios climáticos, como lo demuestra la diversidad de flora y fauna que allí se encuentra. Abarca un rango altitudinal que va desde los 2 500 hasta los 3 800 m.s.n.m. Uno de sus atractivos es la innumerable cantidad de especies de musgos, helechos, orquídeas, bromeliáceas, arbustos, cañas y árboles que allí se encuentran.
Entre las especies de valor económico se encuentran el ulcumano (
Podocarpus rospigliosi y Podocarpus glomeratus), el diablo fuerte (
Podocarpus oleifolius y
Podocarpus utilior), el cedro (
Cedrela lilloi y
Cedrela montana), el nogal (
Juglans neotropica), el roble (
Lauráceas) y muchos otros. También hay palmeras de diferentes géneros y especies.
La fauna silvestre está representada por 59 especies de mamíferos, como el lobo de río (
Pteronura brasiliensis), el jaguar (
Panthera onca), el oso de anteojos, el venado enano (
Pudu mephistophiles), el machetero (
Dinomys branickii), todas ellas amenazadas, y el manco (
Eira barbara).
De las 427 especies de aves, las más representativas son el águila harpía (
Harpia harpyja), el gallito de las rocas o tunki (
Rupicola peruviana), el relojero (
Momotus momota), el quetzal (
Pharomachrus sp.) y tucanetas de altura, entre otras. También se encuentran 16 especies de reptiles, entre las que podemos mencionar el lamón y el jergón (
Bothrops sp.), la shushupe (
Lachesis muta) y la naka naka (
Micrurus sp.).
En sus ríos se han registrado 31 especies de peces tales como la corvina (
Salminus affinis), el boquichico (
Prochilodus nigricans) y la lisa (
Schizodon fasciatus). En la región habitan los Yaneshas, que actualmente se agrupan en 60 comunidades nativas.
El parque protege parte de sus últimos territorios. Se han encontrado en la zona restos arqueológicos de las culturas Inca y Yanesha.
Entre los objetivos fundamentales para la creación del Parque Nacional Yanachaga-Chemillén se encuentran el proteger las cuencas altas de los afluentes de los ríos Palcazú, Huancabamba y Pozuzo, a fin de garantizar la producción sostenida en los valles adyacentes y evitar desastres naturales por erosión de las tierras de protección.
Asimismo, conservar áreas naturales que constituyan una zona de seguridad, para las comunidades nativas Yaneshas establecidas en las cercanías del parque, y conservar muestras representativas de los ecosistemas de las vertientes orientales de los Andes hasta la selva baja, que forman parte del refugio del Pleistoceno Ucayali-Pachitea. Al mismo tiempo, se busca integrar esta zona al desarrollo económico regional y aprovechar sus atractivos para uso turístico, científico y cultural.